viernes, 24 de mayo de 2013

Paul Gauguin

La existencia de Paul Gauguin (1848-1903) es una novela de aventuras que el propio pintor se encargó de divulgar a través de su autobiografía Noa-Noa. Pasó la infancia en Lima (Perú) y la juventud en París, donde siguió la carrera de marino mercante y corredor de bolsa hasta la quiebra financiera de 1883. Entonces, descubre su vocación pictórica. Expone con los impresionistas, pero se aleja del grupo. Marcha a Bretaña en busca del "primitivismo", viaja luego a Panamá y a La Martinica con el deseo de "vivir como un salvaje". Cuando regresa a Francia, permanece una temporada con Van Gogh en Arlés, donde fundan el "Taller del Mediodía", separándose más tarde tras una acalorada discusión. Finalmente, la nostalgia del trópico y su rechazo a la civilización occidental le llevan a los mares del Sur, buscando en Tahití la unión con la naturaleza.

Ya en sus primeros cuadros carga el acento en el mundo interior, utilizando una técnica decorativa que recuerda a los esmaltes y las vidrieras. La figura y el paisaje están contorneados con líneas negras, rellenando luego los espacios libres con manchas planas de color. El tema bíblico de la visión después del sermón presenta estas características, que serán ya constantes en toda su producción.


Su mentalidad ingenua y primitiva la desarrollará ampliamente en la Polinesia, retratando una civilización sin contaminar a través de los indígenas, sus casas, sus playas y sus selvas. Su obra maestra es ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?


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